En corto … Para los judíos, cualquier cosa que, incluso de manera remota, entre en conflicto con la idea de que Di-s es Uno e Indivisible será rechazada de plano porque excluye el monoteísmo puro. La idea de que hay un dios en el cielo arriba que lucha contra un dios del inframundo o del infierno, no es monoteísmo. Es sin embargo, la misma dualidad que se encuentra en otras fes paganas. La Biblia habla de un personaje conocido como El Satán, que actúa como un fiscal o un fiscal de distrito, en el tribunal de Di-s. Sin embargo, El Satán no tiene poder ni autoridad en sí mismo, sino que debe obtener el permiso del juez, Di-s, para hacer cualquier cosa.
Una explicación más completa …
Para los judíos, cualquier cosa que entre en conflicto, incluso de manera remota con la idea de que Di-s es Uno e Indivisible, es totalmente rechazada; toda vez que contravendría al verdadero monoteísmo puro. La idea de que hay un Dios en el cielo arriba que lucha contra un dios del inframundo o infierno, o un buen Dios que está en eterna oposición a un dios maligno; no es monoteísmo. Otras religiones tenían esta misma dualidad:
Griega: Zeus / Hades Mesopotamia: Marduk / Tiamat
Romana: Júpiter / Plutón Zoroastrianismo: Ahura Mazda / Angra Mainyu
Nórdica: Odin / Loki Cristiano: Ds / Diablo
Ésta dualidad se expresa en el Nuevo Testamento de los Cristianos en dos lugares. En Lucas dice:
Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. [Lucas 10:18]
Y esto también se encuentra en el Libro de Apocalipsis:
Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. [Apocalipsis 12:9]
Di-s en el cielo, según la teología Cristiana, expulsó al demonio, el cual se convirtió en el maestro y tentador de los seres humanos; luchando contra Di-s por las almas humanas. De dónde nace ésta idea; los cristianos se refieren a un pasaje en Isaías, afirmando que muestra que esta idea también está en las Escrituras Judías. En Isaías dice:
Pronunciarás este proverbio contra el rey de Babilonia, y dirás: !!Cómo paró el opresor, cómo acabó la ciudad codiciosa de oro! Quebrantó Jehová el báculo de los impíos, el cetro de los señores; el que hería a los pueblos con furor, con llaga permanente, el que se enseñoreaba de las naciones con ira, y las perseguía con crueldad. Toda la tierra está en reposo y en paz; se cantaron alabanzas. Aun los cipreses se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros. El Seol abajo se espantó de ti; despertó muertos que en tu venida saliesen a recibirte, hizo levantar de sus sillas a todos los príncipes de la tierra, a todos los reyes de las naciones. Todos ellos darán voces, y te dirán: ¿Tú también te debilitaste como nosotros, y llegaste a ser como nosotros? descendió al Seol tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán. !!Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. [Isaías 14:4-14]
Tenga en cuenta que el texto bíblico en sí mismo establece que todo ésto tiene que ver con el Rey de Babilonia, quien había sido criado para ser como Di-s; aquí claramente vemos otro ejemplo de la confusión pagana entre Di-s y el hombre. (Por favor vea el Ensayo # 8, ‘Di-s no se convierte en Humano, y los Humanos no se convierten en Di-s’). El texto también compara al Rey de Babilonia con Lucifer, que cayó del cielo. ‘Lucifer’ en latín significa ‘portador de la luz’, y es el nombre que recibe Venus, la Estrella de la Mañana. Este término “portador de la luz”, se usa exactamente de esta manera en 2 Pedro 1:19, sin ninguna asociación con el diablo. El texto bíblico arriba de Isaías dice que el rey de Babilonia había alcanzado la grandeza como gobernante, pero al igual que una estrella fugaz, Di-s lo derribó por su arrogancia.
Ahora, por supuesto, las Escrituras Hebreas hablan de un personaje llamado El Satán. Cada vez que el término se usa en las Escrituras Hebreas, se lee, HaSaTaN, que significa El Satán. Cuando el artículo definido, ‘el’, está delante de una palabra, indica un título; como ‘el rabino’ o ‘el reverendo’. Entonces, en la Biblia, el término ‘HaSatan’, que significa ‘El Satán’, es un título. El que tiene ese título tiene un trabajo específico, del mismo modo que se usa para hablar de “el rabino” o de “el reverendo”.
El concepto de Satanás (o la descripción del trabajo), es radicalmente diferente del del diablo. Para los Cristianos, quienes erróneamente usan los dos términos como si fueran sinónimos, el diablo tiene poder y autoridad en sí mismo. Sin embargo, en la Biblia, El Satán solo tiene poder otorgado por Di-s, y no tiene autoridad en sí mismo. Para que el diablo tenga poder y autoridad es tener más de un Di-s, (como vimos anteriormente con respecto a los Griegos y los Romanos). El Satán se describe solo en unos pocos lugares en las Escrituras Hebreas. En todo caso, es un ángel que trabaja para Di-s, no en contra de Di-s y debe obtener el permiso de Di-s para todo lo que hace. Crónicas, Job, Salmos y Zacarías son los únicos lugares donde se menciona a El Satán. En cada caso, la descripción del trabajo de “El Satán” es actuar como lo que ahora llamamos un Fiscal o Fiscal del Distrito, y acusar y mostrar evidencia contra el acusado. Además, como un Fiscal del Distrito, El Satán debe obtener el permiso de Di-s, el Juez, para comenzar una operación encubierta.
En la siguiente cita del Libro de Job, observe quién está hablando, ya que El Satán le pide permiso a Di-s para realizar una “operación encubierta” contra Job:
Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa? Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.
[Job 2:3-6]
Además, el texto bíblico ilustra esta misma imagen de El Satán; desempeñando el rol en lo que parece ser el final de la escena de un juicio dentro de una película norteamericana. En las dos siguientes citas bíblicas veremos como el Satán está parado cerca del acusado como el “ministerio público quien persigue el probable delito”, como en los dramas televisivos de justicia. Ahora bien, en los versos de Zacarías, Di-s está del lado de la defensa en nombre de Josué, el sumo sacerdote, contra El Satán. Joshua había sido enviado al exilio donde pagó por sus pecados, y ahora purificado como un “tizón arrebatado del incendio”, Di-s le permitió regresar a Jerusalén en contra de los deseos de El Satán:
Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle. Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? [Zacarías 3: 1-2]
Pon sobre él al impío, y Satanás esté a su diestra. Cuando fuere juzgado, salga culpable; Y su oración sea para pecado. [Salmos 109:6-7]
Como vemos en el Salmo anterior, El Satán nuevamente es como el Fiscal de Distrito que procesa al hombre malvado.
En la Biblia también hay un versículo que muestra que es Di-s, el Creador y Gobernante de todo el universo, quien es responsable tanto de lo bueno como lo malo; no un diablo o dios del inframundo:
Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto. [Isaiah 45:5-7]
Para el Judaísmo, tener una entidad que compita con Di-s, que tiene poder y autoridad propios en oposición a Di-s, es violar la idea bíblica básica del monoteísmo. Di-s es uno.
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